Monumentos
Iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora
Es del siglo XVI y de estilo renacentista. Levantada, al parecer, sobre los restos de un antiguo castillo del que formaría parte el basamento de la actual torre de campanas.
El templo se forma de una sola nave dividida en tres tramos y brazos del crucero apenas desarrollados. Su ábside es de trazado plano, emplazándose debajo una cripta rectangular, y a su izquierda, dos estancias que componen la sacristía.
La cubierta es mediante bóveda de lunetos, que discurre sobre una cornisa corrida, al igual que el presbiterio. Encima del crucero se alza una cúpula rebajada sobre pechinas.
El coro elevado se ubica en el hastial de los pies formando un cuerpo independiente de la nave y separado por un arco de medio punto. Descansa en cuatro grandes ménsulas, entre las que nacen los lunetos. Una cornisa con decoración de dentículos recorre el borde del coro, así como una balaustrada de forja.
En el lado izquierdo se ubica una pequeña capilla con pilastras esquinales, ricamente decorada con temas barrocos, a la que cubre una cúpula de media naranja.
La torre de campanas es de sencilla fábrica, con basamento de tres cuerpos: los dos inferiores de planta cuadrada y el superior octogonal. Se ha resuelto con un vano en cada uno de los dos primeros pisos y ocho huecos (uno por cara) en el tercero. La torre se culmina con un chapitel octogonal de pizarra, con cuatro huecos y pináculo. Los vanos de los dos cuerpos bajos y el almohadillado de las dovelas de los arcos y esquinas se han puesto en relación estilística con el Hospital Tavera de Toledo.
En cuanto a la fábrica y aunque encalada por el interior, es de aparejo toledano, a excepción del cuerpo del cimborrio que va ejecutado en ladrillo.
Las portadas Norte y Sur se componen de jambas y dintel monolíticos sencillamente moldurados. Encima del dintel, se localiza una hornacina de ladrillo que remata en frontón triangular.
El muro norte del baptisterio aloja una lápida funeraria romana, epigrafía con letras capitales y fechada hacia el siglo II.
Ermita del Santo Sepulcro
Pequeña ermita del siglo XIX, de planta rectangular, que se ubica a las afueras del pueblo. La fábrica está constituida por cal y canto, aunque, actualmente, blanqueada. Se cubre con un tejado a cuatro faldones, siendo el interior de techo plano.
En el paraje donde de esta ermita se halla un Calvario, que es el final del Via Crucis que parte del pueblo. Antiguamente había catorce estaciones formadas por columnas de piedra sobre las que asentaban cruces de hierro. Hoy en día hay pequeñas construcciones de ladrillo con una imagen y una frase según la estación. Del Calvario, la cruz central se alza, a diferencia del resto, sobre una gradería de planta cuadrada de tres peldaños de sillería.
Casa de los Quevedo
Es un edificio de planta rectangular y dos alturas que se ha resuelto con fábrica de mampostería y ladrillo, es decir, aparejo toledano. En la fachada, en el piso superior, pintado a modo de imitación de sillares, se abren huecos muy pequeños, enrejados y situados inmediatos al alero, además aparece el escudo de azulejos. El piso bajo se horada con cuatro vanos con rejería de forja y un gran portalón de arco de medio punto adovelado.
El espacio interno consta de zaguán amplio en el que se encuentra otro escudo con una imagen mariana del siglo XVIII.
Conjunto de casas solariegas
Son viviendas aisladas entre ellas, ubicadas en distintos lugares.